domingo, 8 de diciembre de 2013

¡Sal de Viaje ahora!

¿Alguna vez te ha paralizado el miedo a “lo que pueda suceder”?
¿Alguna vez has dudado de las decisiones que estás tomando?

¡Bienvenido al valiente camino de la búsqueda de felicidad!
He llorado por horas los embates del pasado y abrazado mis sueños contra el pecho para sentirlos bailar vivos en el espejo de mis ilusiones.

Tal vez he idealizado la Libertad y he puesto una gran recompensa en ser vulnerable cuando tal cosa implica tener el coraje de conectarme profunda y verdaderamente con otros seres humanos, y soltarme a merced del "monstruoso" rechazo.

Por mucho que he ejercitado la apertura y el deporte extremo de mostrarme honesta hasta mis huesos, en cada nueva conexión sigo presa de la fractura. mis huesos se han vuelto quebradizos con los años y las caídas que una vez que soportaba,  hoy parecen tan letales como saltar de un rascacielos.

Pareciera que el dolor viene con el don de la vida y para poder encontrarle sentido y no huir de su encuentro, tenemos que pensarnos boxeadores. Éstos valientes deportistas que aún sabiendo lo que les espera en el ring, se enfrentan al oponente con la confiaza de alcanzar su sueño: ganarle la batalla al miedo. Deliberadamente  nos lanzamos al cuadrilátero de la vida sabiendo que seremos golpeados una y otra vez, pero con la certeza que estamos dando una buena pelea. 

Yo me he torcido, exprimido, quemado, obstruido, hervido y sobrecargado el corazón siguiendo las señales de mis tripas y a veces me pregunto cuántos más de estos “sprints” puedo soportar. Todo mi cuerpo comienza a soñar despierto  y descubro el poder de sincronizar la voluntad con la realidad. Me convierto en un canal y los que me rodean también manifiestan mis deseos y el tiempo se convierte en una mera convención. Todo sucede rápidamente cuando quienes me rodean se dejan ver  y me entregan el regalo mágico de su verdadero ser. Entonces mi poder es infinito y lo uso con cuidado, ya que soy una de las elegidas para entender y ejercer el  enorme don del amor incondicional.

Debo confesar que no he encontrado el secreto de la valentía sin dolor, y según lo que muestra mi investigación parece que no hay manera de evitar las molestias al andar sobre el camino en el que me siento más cómoda. Lo que es aún más difícil es finalmente aprender a construir el camino ladrillo por ladrillo, sin saber si habrá suficiente material para completar un puente que me lleve de lo “seguro” a lo “seguro”, cuando todo lo que me rodea habla un idioma diferente.

Sólo puedo esperar que mi fe fortalezca  el escudo que me cuida del miedo a lo desconocido, alce la voz que guía mi corazón y proteja  a la niña que llevo dentro ya que  es ella la única que todavía puede caer y caminar sin fracturarse,  mientras mi adulta muestra orgullosa la luz de un sol poderoso y eterno.

Abre tu corazón y deja que el cambio suceda porque en todas partes que vayas la gracia de Dios hará milagros evidentes para que tu  y yo podamos ser ejemplos de esta conspiración mágica llamada: hacer el cielo en la tierra.

¡Emprende tu viaje ahora! 


2 comentarios:

  1. Muy identificada con tu sentir y con el analisis hermoso que haces de lo que significa ser valientes y saltar a pesar de... a la busqueda de tus sueños, para encontrarte y conocerte a ti mismo.Maravilloso!!!

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  2. Que buena y sentida manera de describir el tránsito por la vida. Me encanta que lo compartas, porque creo que muchos pasan por aquí sin esa consciencia.

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